martes, 6 de octubre de 2015

Novena al Corazón de Jesús por intercesión del Padre Hoyos


Novena al Sagrado Corazón de Jesús para obtener gracias y favores por intercesión del Beato Bernardo de Hoyos:


Oh Corazón adorable de Jesús, que para lograr en estos últimos tiempos más copiosamente el fruto de la redención y el triunfo de vuestro amor sobre los hombres, nos revelasteis los inagotables tesoros que en vuestro divino Corazón se encierran y nos prometisteis inefables gracias; por el ardiente celo con que vuestro siervo Bernardo de Hoyos, a quien hicisteis tales manifestaciones, propagó esta devoción y contribuyó, a extender en todas partes el culto de vuestro Sacratísimo Corazón, por sus méritos y virtudes, concedednos la gracia que, confiados en vuestras promesas, por su intercesión humildemente os suplicamos. Amén.



Hágase lo petición de la gracia que se solicita



(Si se pide la curación de algún enfermo, hágase con todo fervor y confianza la petición de la curación  perfecta e instantánea del enfermo o enferma, si es lo que más conviene pan su eterna salvación y para la mayor gloria del mismo Corazón divino).



Tres veces el Padre nuestro, Ave María y Gloria.



¡Corazón Sacratísimo de Jesús, glorificad ya a vuestro apóstol Bernardo de Hoyos: oíd y favoreced con muchos milagros y otras gracias a los que por él recurren a Vos!



¡Corazón adorabilísimo de Jesús, venga a nos tu reino!



¡Corazón de Jesús, por María Inmaculada socorrednos pronto y cúmplanse ya vuestras divinas promesas!



¡Joven seráfico, angelical y amabilísimo Bernardo, rogad por nosotros!


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Fuente: http://www.corazones.org/santos/bernardo_francisco.htm


lunes, 5 de octubre de 2015

Jaculatorias al Sagrado Corazón de Jesús


¡Bendito sea el Sacratísimo Corazón de Jesús en el Santísimo Sacramento.
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Corazón de Jesús en Ti confío.
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Corazón de Jesús, Ardiente de amor por nosotros, inflama nuestro corazón en tu amor.
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Corazón de Jesús, convertid a los pobres blasfemos.
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Corazón de Jesús, inflamado en nuestro amor, inflamad nuestro corazón en amor vuestro.
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Corazón de Jesús, que os ame y os haga amar.
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Corazón divino de Jesús, convierte a los pecadores, salva a los moribundos, libra a las almas santas del purgatorio.
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Corazón eucarístico de Jesús, aumentad en nosotros la fe, la esperanza y la caridad.
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Corazón Sacratísimo de Jesús, ten misericordia de nosotros.
Dulce Corazón de Jesús, sed mi amor.
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Dulce Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros y de nuestros hermanos errantes.
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Dulce corazón de mí Jesús, haz que te ame siempre más y más.
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Gloria, amor y gratitud al Sagrado Corazón de Jesús.
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Oh Corazón de amor, yo pongo toda mi confianza en ti, porque todo lo temo de mi flaqueza, pero todo lo espero de vuestras bondades.
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Sacratísimo Corazón de Jesús ten piedad de nosotros.
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Sagrado Corazón de Jesús, confortado en vuestra agonía por un ángel, confortadnos en nuestra agonía.
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Sagrado Corazón de Jesús, creo en vuestro amor por mí.
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Sagrado Corazón de Jesús, protege nuestras familias.
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Sagrado Corazón de Jesús, sed conocido, sed amado, sed imitado.
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Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu reino.
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Sagrado Corazón de Jesús, yo me doy a ti por María.
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Sea amado en todas partes el Sagrado Corazón de Jesús.
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Todo por Ti, Corazón Sacratísimo de Jesús!
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Corazón dulcísimo de María, prepáranos un camino seguro.
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Dulce Corazón de María, sed la salvación mía.
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Dulce Corazón de María, sed mi salvación.
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Purísimo Corazón de María, virgen santísima, alcánzanos de Jesús la pureza y la humildad de corazón.



Fuente: http://www.devocionario.com/varias/jaculatorias_4.html

domingo, 4 de octubre de 2015

San Juan Berchman - Un modelo para el Padre Hoyos


(Patrono de los que se preparan para el sacerdocio)

San Juan Berchmans nació en Diest, pequeña villa de Flandes, Bélgica, el 1599. Nació el 13 de marzo y murió otro 13, el de agosto. No importa. La superstición no tenía cabida en su vida. Todos los días son regalo de Dios.
Su padre Juan, curtidor de pieles, y su madre Isabel, eran buenos cristianos. Tuvieron cinco hijos, de los que tres se consagraron al Señor. Murió pronto la madre, y al final el padre se ordenó sacerdote.
Nuestro santo fue el ángel del hogar, fiel ayudante de su madre. Inició sus estudios en el Seminario de Malinas, luego entró en el Noviciado de los jesuitas de la misma ciudad. Más tarde pasó a Roma. En el Seminario y en el Noviciado se distinguió por su candor, estudio y piedad.
Su devoción a la Virgen era proverbial. Sentía hacia ella un cariño tierno, profundo, confiado y filial. «Si amo a María, decía, tengo segura mi salvación, perseveraré en la vocación, alcanzaré cuanto quisiere, en una palabra, seré todopoderoso». A ella dedicó su Coronita de las doce estrellas.
Pululaban por entonces los errores de Bayo, catedrático de Escritura en Lovaina, quien afirmaba que María había sido concebida en pecado. Los teólogos Belarmino y Francisco de Toledo intervienen para esclarecer la verdad. Es curioso notar que el gran teólogo español Juan de Lugo atribuye el movimiento a favor de la Inmaculada a las oraciones de Berchmans.
El mismo Lugo insiste en que el decreto de 24 de mayo de 1622 se ha conseguido por la influencia sobrenatural de Juan Berchmans. En él se confirman las constituciones de Sixto VI, Alejandro VI, San Pío V y Pablo V. Se manda severamente que nadie, ni de palabra ni por escrito, se atreva a afirmar que la Santísima Virgen María fue concebida en pecado, y se solemniza la fiesta de la Inmaculada.
En el último año de su vida Juan se había comprometido, firmando con su propia sangre, a «afirmar y defender dondequiera que se encontrase el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María».
Los santos han practicado en grado heroico todas las virtudes. Pero suelen distinguirse en alguna de ellas. ¿Cuál es la virtud característica de Berchmans? Él deseaba practicarlas todas por igual. Su obsesión, su locura de santo, era la fidelidad en observar perfectamente sus obligaciones, sin excusas ni escapismos. «La virtud más eminente, es hacer sencillamente, lo que tenemos que hacer», decía Pemán en El Divino Impaciente.
Aparentemente no había hecho nada, nada llamativo. Pero vivió «apasionado por la gloria de Dios». «Quiere trabajar sin perder la más pequeña parte de su tiempo». Aprovecha las cruces de la vida diaria: «Mi mayor penitencia, la vida común». «Quiero ser santo sin espera alguna».
Hacía cada cosa en su momento, y sobrenaturalizando la intención. Cuando hay que orar, decía, ora con todo amor. Cuando hay que estudiar, estudia con toda ilusión. Cuando hay que practicar deporte, practícalo con todo entusiasmo. Y siempre con más amor, en cada instante del programa diario, bajo la dulce mirada maternal de la Virgen María. Estudiaba con la mirada puesta en el futuro apostolado, en las almas que se le encomendarían.
Mi mayor consuelo, decía al morir joven, es no haber quebrantado nunca, en mi vida religiosa, regla alguna ni orden de mis superiores, a sabiendas, y advertidamente, y el no haber cometido nunca un pecado venial. Alto y recio mensaje. Es patrono de los que se preparan para el sacerdocio. Murió el 13 de agosto de 1621. Sus últimas palabras fueron: Jesús, María.
Fuente: https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=445